José María Gómez, inspector de la DGSFP, señaló en unas jornadas de IFE que la norma permite a las fusiones virtuales (SIP) continuar con varias aseguradoras para un mismo ramo, aunque lo aconsejable es lograr un único proveedor. En ese proceso, la DGSFP mantendrá una postura `flexible` y establecerá un dictamen `caso por caso`. Sébastien Manelfe, socio de Ernst & Young, matizó que `aunque jurídicamente es posible que un SIP tenga varios proveedores, es bastante complicado hacerlo a medio y largo plazo porque la fusión virtual conlleva tener una política de riesgos y gestión común, y eso exige una política unificada de distribución de pólizas`.
`Veremos a bancos y cajas que tradicionalmente han tenido compañías propias saliendo de éstas al máximo posible, porque poseerlas es enormemente penalizador en términos de capital`, explicaba Amparo Solís, socia responsable de Seguros de KPMG. Manuel Martínez Pedraza, socio de Servicios Financieros de Ernst & Young, aventura que “tal vez algún grupo bancario reconsidere su situación con Basilea III y opte por reclamar más comisiones y reducir su participación en su joint-venture hasta no ser representativa`, indicó.